Manual de inmersión 2.0 para profesionales de la salud

martes, 22 de julio de 2014

La medicina narrativa para trazar puentes entre pacientes y profesionales


El ideal de la práctica clínica es la medicina basada en la evidencia (EBM). Cómo consecuencia  se destierran las experiencias vividas por el paciente en relación con su enfermedad, un espacio cargado aparentemente de subjetividades y que puede carecer de interés para lo que se entiende como una atención sanitaria de calidad.

En este contexto, las narraciones de las personas enfermas se aceptan exclusivamente desde la óptica de las ciencias sociales o a través de las auto-etnografías. 

No obstante, en los últimos años ha emergido un paradigma que persigue completar esta visión de los problemas de salud y enfermedad, dando un papel protagonista a los relatos de los pacientes y sus familiares, a sus experiencias y a cómo viven e interpretan su enfermedad, no solo desde la anatomía, sino en el contexto sociocultural en el que se mueven. Es la Medicina Basada en Narrativas (MBN).

Se trataría de facilitar historias alternativas que tengan sentido desde el punto de vista del paciente, pues no es lo mismo la frialdad de una historia clínica que la narración o la interpretación que el paciente hace de su enfermedad. Si nos situamos en el terreno de las evidencias, ninguna estaría tan presente como la evidencia del sufrimiento.

Trabajar con relatos en los que los protagonistas son profesionales y enfermos, para luego reescribirlos o contar esas historias en un lenguaje cotidiano, confrontando sus percepciones y vivencias y así cruzar la brecha entre el “saber” a cerca de la enfermedad de la persona y “comprender” su experiencia.

De este modo, las narraciones de los pacientes forman parte del proceso terapéutico. El sufrimiento es producido y a la vez aliviado por el significado que se le da a la experiencia y al relato de las dolencias.

La Medicina Narrativa es un movimiento liderado por médicos que pretenden revisar sus modelos profesionales, teniendo en cuenta su práctica asistencial pero también sus experiencias como pacientes. Para poderla desarrollar con éxito, sería interesante incluir en los estudios de grado asignaturas como la comunicación así como habilidades en la capacidad de escuchar e interpretar a los pacientes.

Pero soy consciente que la introducción de las narrativas en la formación médica pondría en cuestión el modelo biomédico tradicional, al valorar tanto el conocimiento subjetivo como el objetivo, el razonamiento inductivo como el deductivo y la experiencia humana y la emoción tanto como la información científica.

Las personas enfermas necesitan médicos que puedan entender y acompañarles en su enfermedad. Por su parte, los médicos, junto con el conocimiento científico, necesitan capacidad de escuchar los relatos del paciente y entender sus significados. Esta es la competencia narrativa, que los seres humanos usan para interpretar y dar respuesta a sus experiencias.

La imagen que ilustra la entrada lleva por título "Respeto" de Arman Shirzad

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